Las pruebas son cada día más irrefutables. La noticia aparecida hoy en EL MUNDO en el que se confirma que Alfonso V el Magnánimo, Rey de Aragón y Valencia, entregó la Santa Reliquia a la Catedral de Valencia en pago de la deuda que el Rey mantenía con el cabildo, abunda en ello. Ante la ... imposibilidad del monarca de devolver a la Seo los 137.430 sueldos que ésta le había prestado para sus campañas militares, el 18 de marzo de 1437 le entregó todas las reliquias que había puesto como aval, entre ellas, el Santo Cáliz que según la tradición empleó Jesucristo en la Última Cena.
Diversos congresos internacionales y la propia legitimación de Roma confirman la autenticidad del Santo Caliz de Valencia con el que los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI oficiaron en sus viajes a Valencia.
O dejo este enlace de la web HOLY GRAIL IN VALENCIA de la que soy promotor y que, en castellano y en inglés, aportará cada vez más datos sobre el Santo Cáliz y su llegada a Valencia. Se trata de dar a conocer la universalidad de nuestra Santa Reliquia así como de la Valencia monumental que la acoge desde el siglo XV.
Como valencianos hemos de sentirnos orgullosos de tener en nuestras tierras esta gran reliquia y testimonio de nuestra cultura e identidad. Sólo os digo que si el Santo Cáliz estuviera en Cataluña sería motivo de peregrinación desde el último rincón de la tierra. En Valencia, nuestra querida tierra, por desgracia las cosas funcionan de otra manera. Es como si un terrible complejo de identidad se cerniese sobre nuestra clase dirigente que no sabe apreciar ni defender las grandes joyas de nuestro patrimonio.
Diversos congresos internacionales y la propia legitimación de Roma confirman la autenticidad del Santo Caliz de Valencia con el que los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI oficiaron en sus viajes a Valencia.
O dejo este enlace de la web HOLY GRAIL IN VALENCIA de la que soy promotor y que, en castellano y en inglés, aportará cada vez más datos sobre el Santo Cáliz y su llegada a Valencia. Se trata de dar a conocer la universalidad de nuestra Santa Reliquia así como de la Valencia monumental que la acoge desde el siglo XV.
Como valencianos hemos de sentirnos orgullosos de tener en nuestras tierras esta gran reliquia y testimonio de nuestra cultura e identidad. Sólo os digo que si el Santo Cáliz estuviera en Cataluña sería motivo de peregrinación desde el último rincón de la tierra. En Valencia, nuestra querida tierra, por desgracia las cosas funcionan de otra manera. Es como si un terrible complejo de identidad se cerniese sobre nuestra clase dirigente que no sabe apreciar ni defender las grandes joyas de nuestro patrimonio.
Si ellos no saben difundir la importancia y transcendencia de este gran legado, seremos nostros, los que NO TENEMOS COMPLEJOS SINO QUE NOS SENTIMOS PROFUNDAMENTE ORGULLOSOS los que divulgaremos QUE EL CALIZ DE LA ULTIMA CENA ESTÁ EN VALENCIA.
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