MIS AMIGOS DE FACE son soberanos en su gusto y disgusto, o simplemente en su desinterés, respecto a lo que un servidor pone de vez en cuando en el muro. Es ciertamente interesante para un analista político como yo el desentrañar por qué tan sólo 7 u 8 amigos comparten mi anterior reflexión sobre la ilegalidad del nombramiento de Camps como miembro vitalicio del Consell Juridic Valenciá.
¿Qué le pasa a mi análisis? ¿Es cierto, acertado, justo? ¿O es, por el contrario, excesivo, impreciso, tendencioso, injusto? ¿A caso os da igual esta reflexión?
Me vais a permitir que intente adentrarme en vuestro silencio y busque una razón proporcional o porcentual de lo que hay detrás de ello.
Yo creo que Camps cae bien a los valencianos. Especialmente a mis lectores que no es lo mismo que los electores, cuyo resultado está empíricamente demostrado. Pero con independencia de gustos medios hay una realidad machacona, lo que yo busco y defiendo, que está por encima de los gustos y disgustos de las personas.
Camps cae bien, especialmente, por lo mal que cae Zapatero, Rubalcaba y toda la patulea que ha arruinado a España. Y yo creo que eso no es justo, mejor dicho, políticamente justo porque de lo que se trata es que el análisis no se quede en la medida del gusto sino de lo justo, de lo preciso, de lo cierto.
Creer que Camps todo lo hace bien porque los socialistas lo hacen peor es, y esto creo que es fácil de entender, manifiestamente reaccionario y desproporcionado. No es bueno tener como referencia a los peores a la hora de analizar los hechos de nuestros gobernantes porque ello daría “patente de corso” al mandatario de turno: Camps no es, necesariamente, un buen mandatario por lo malo que es Zapatero. Cada uno es bueno o malo en sus diferentes dimensiones de gobierno y absolver o condenar al otro de sus hechos por los defectos del contrario sería absolutamente injusto.
Comprendo que en política es complicado emitir juicios sin prejuicios pero lo que he intentado con la reflexión sobre Camps –esta y todas las anteriores- es analizar los hechos con el rigor de la experiencia y de mi formación política y jurídica. Creo que el nombramiento de Camps como miembro del Consejo Jurídico Consultivo sin renunciar a su acta de Diputado en Corts Valencianes es objetivamente injusto e ilegal. Hoy leo en noticia de portada de la prensa que expertos juristas acogen la teoría que yo adelantaba en mi post de ayer. Esto, después de ver la mala acogida entre mis amigos de Face la verdad es que me reconforta pero también me sumerge en la reflexión del porqué de vuestro silencio y que ahora os expongo con todo respeto.
Un abrazo.
LA NOTICIA DE HOY:
No entro a valorar si Camps es culpable o no de lo que se le acusa, pero España y Valencia es diferente en lo concierne a la corrupción y el castigo a los infractores.
ResponderEliminarLo hemos visto en el PP y PS, dirigentes acusados de corrupción y que son obligados a dejar sus cargos”secretario general del PSPV o presidente de la Generalidad” siguen con sus escaños y además se les premia con otros cargos importantes que pasan desapercibido para la mayoría de los ciudadanos.
Un saludo
También quiero decir que considero que una persona es culpable cuando se demuestre que lo es, pero cuando hay indicios claros y está acusado debiera de ser apartado de todos los cargos públicos y políticos, hasta que se demuestre su inocencia o culpabilidad.
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