
La información que ofrece este domingo el suplemento Mercados también destaca que en lo que desde 2005 las subvenciones recibidas por ambas centrales sindicales se ha multiplicado por dos hasta alcanzar los 12 millones de euros.
Concretamente, en 2008, el Ejecutivo inyectó en los dos grandes sindicatos 15,7 millones de euros (7,9 para CCOO y 7,8 para UGT). En 2009, las ayudas directas alcanzaron los 7,3 millones para CCOO y de 7,1 millones para UGT. Unas cifras que dan una idea de quienes no han notado la crisis y de como el sindicalismo se ha convertido en una nueva empresa o casta que vive de los trabajadores, de las empresas y de las subvenciones del estado que, de esta manera, mete en plantilla a las grandes centrales.
Luego pasa lo que pasa: cuando la gente se da cuenta de que el sindicalismo en España no es independiente y de él vive mucho jeta, a las manifestaciones sólo van los nominados, los de nómina, vamos. Los que cobran por pertenecer a esta nueva clase social que no conoce ni de despidos ni de recortes.
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