
Así las cosas, el gobierno vasco podrá bonificar las cuotas de la seguridad social a las empresas que quiera y allí domiciliadas, mientras que el resto de empresas que no tengan su sede social en el País Vasco seguirán pagando las pensiones de los vascos.
Lo grave del asunto es que ni el PSOE ni el PP han sido capaces de pactar unas políticas de Estado, como en otros países europeos, que evitase estas discriminaciones entre regiones. El PSOE ante este chantaje debió de buscar el voto popular y el PP, en esta misma situación, ofrecerlo a cambio de nada. Pero el enfrentamiento y los intereses electoralistas han primado a lo que es un grave problema no sólo económico y estructural, sino que afecta a la concepción misma de la nación y del propio estado.
En este momento cabe que muchos reflexionen sobre la necesidad de que un partido netamente valenciano esté en el Congreso de los Diputados de Madrid, con voz y voto propio, capaz de impedir estas tropelías que afectan a todos los españoles pero, especialmente a los valencianos que, por ser la comunidad que tiene mayor déficit y endeudamiento, sufrirá más por este tipo de desequilibrios.
¿Dónde están los diputados valencianos votados en las pasadas elecciones y que no nos representan?.
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