Hay algo de lo que si podemos presumir entre los líderes mundiales: SOMOS EL SEXTO PAIS DEL MUNDO CON MÁS COCHES OFICIALES. Nada menos que 40.0000, por delante de Japón. El Gobierno, el Congreso, el Senado, los organismos reguladores del Estado, los tribunales de justicia, los ejecutivos autonómicos, las diputaciones provinciales, los cabildos, los ayuntamientos, las sociedades públicas y, por supuesto, las Fuerzas Armadas. Todos quieren su coche de empresa. Aunque sea a costa del erario público y el déficit obligue a recortar el sueldo a los funcionarios, congelar el sueldo a los pensionistas u obligarnos a jubilarnos con 67 años y cotizar 40 para cobrar el 100% de la pensión.
Y no se crean que se trata de un utilitario cualquiera. El Audi A8, el Volkswagen Phaeton, el Lexus GS-450 y los Mercedes son los modelos preferidos por nuestros políticos.
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