
Lo que pasa es que cuando uno carece de convicción ética del bien del pueblo y se mueve a golpe de oportunidad o de moda tiene que dar evidencias del ejercicio del poder que es mucho menos, cualitativa y cuantitativamente, que administrar y gobernar.
El buen gobierno se basa en la convicción íntima de la justicia y de la equidad porque mandar o prohibir por prohibir como ejercicio de pura jactancia política no es más que una expresión mediocre, en el mejor de los casos, del bajo perfil de un gobernante.
¿Cómo es posible que en nuestra sociedad democrática este todo cada vez más prohibido? Pues muy sencillo. Nuestra clase política que tiene un claro "tic" endogámico tiende a perpetuarse y a sucederse a sí mismo como expresión de su voluntad de casta privilegiada. Y,como todas las castas, buscan abrir cada vez más la brecha de la diferencia y del abismo entre sociedad, el pueblo llano, y su nueva nomenclatura dominante. Y, claro, eso se consigue normando a golpe de decreto, reglamento y bando prohibiendo todo lo prohibible y limitando ejercicio de las libertades individuales y colectivas.
Esta reflexión me viene a la cabeza después de leer la columna semanal de “Patente de Corso” de Arturo Perez-Reverte en la que se hace alusión, además, al Ayuntamiento de Valencia y al Consell de la Joventut en su afán de “normalizarnos” en cuestiones de género, que ha llegado a prohibir -en su código de nuevas conductas- el poder mandar “a tomar por culo” a quien se nos pase por el trigémino, por ser ello constitutivo de una nueva falta grave de “sexismo”.
Pues eso, sres del Consell de la Joventut y de nuestra asamblea munícipe:¡ a tomar…!
"ELEGETEBE" de Perez Reverte: http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/581/pronunciese-elegetebe/
Aunque sin la maestría de Arturo Pérez Reverte, yo tambien he opinado sobre eso del LGTB, pagado con mis impuestos. Dejo el enlace por si interesa: http://gaviota-paren.blogspot.com/2011/02/nada-de-tomar-por-culo.html
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