¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?
Con independencia de las pruebas anteriores y que, por si, son suficientemente esclarecedoras de la gran mentira de la teoría de la colonización “catalano-aragonesa” vamos a añadir una prueba más basada en la antroponimia y que sirvió a la Catedrática de la Universidad de Zaragoza, la Historiadora Amparo Pecourt, para concluir diciendo que la importación del catalán en la conquista de Valencia con Jaime primero es lisa y llanamente “mentira”.
En el año 1238, cuando llega Jaume I a Valencia, la ciudad tenía 2.985 casas y 18.000 habitantes censados que, unidas las alquerías y rahals de extramuros serían cerca de 24.000 habitantes que tenía la capital del reino moro de Valencia. La historiadora Amparo Cabanes que estudió los llibres dels avehinaments y del repartiment calculó que a final del siglo XIII Valencia llegaba a los 30 mil habitantes frente a 2.000 inmigrantes llegados durante y después de de la conquista.
Si pensamos que de estos 2.000 el 60% eren aragoneses, el 32 % provenían de los condados de la marca hispánica y el 7% de otros territorios peninsulares, llegamos a la cifra de que pobladores de las tierras que hoy conocemos como Cataluña eran 600. Pensar que 600 pobladores consiguieron imponer su lengua a 30.000 personas afincadas en la capital del nuevo reino cristiano es científicamente imposible. Además, hemos de tener en cuenta que muchos de los supuestos “catalanes” que vinieron con Jaime I fueron mozárabes valencianos huidos hacia el norte por la presión islámica y la lengua que hablaban no era otra que la lengua valenciana heredada de sus ancestros.
De hecho, Jaime I, que promulgara las leyes “Costum valenciana” (1238) y “Els Furs valencians” (1261) en latín, cuando se dio cuenta de que la población valenciana no los entendía ordenó que fueran traducidos al romance valenciano “linguam planam” que era la lengua que se hablaba en el Reino moro de Valencia desde principios del milenio. Y así lo dice literalmente “…et redigerunt in linguam planam legaliter atque romanam”. Es sencillo concluir que si el rey dijo que se tradujeran”ad linguam planam” se refería a la lengua romance valenciana y no al catalán que, como os he comentado, no existía como tal.
Aun aceptando que existiera y que, en efecto, fuera traído por 600 soldados de la antigua Marca Hispanica –hoy Cataluña- me pregunto: ¿es posible que al finalizar la conquista del Reino de Valencia por Jaime I habláramos los valencianos ya el catalán (supuestamente traído por esos 600 iletrados soldados) como para que el Rey se refiera a esa lengua y no a la que utilizaba el pueblo desde principios del milenio?
No se puede negar cierto parecido de valenciano con el catalán, pero el catalán no ha sido nunca la lengua del Reino de Valencia. Además, a la hora de explicar los parecidos entre el idioma valenciano y el catalán se ha de tener bien presente que el Reino de Valencia fue el primer reino de la península en desarrollar y tener (en los siglos XIV-XV), un "Siglo de Oro" literario (en idioma Valenciano y anterior al Castellano). El esplendor, prestigio e influencia de la literatura Valenciana de estos siglos sobre las otras lenguas peninsulares fue considerable, y más aún sobre la lengua catalana, que adoptó e hizo suyas formas del idioma valenciano, algo que propició que el catalán fuera cada vez más parecido a la lengua valenciana. Hay un hecho incontrovertible, la lengua valenciana a lo largo de este milenio siempre se le ha llamado valenciana por sus autores, leyes y usuarios mientras que la denominación de “lengua catalana” se impuso en el siglo XIX ya que con anterioridad se le denominaba “lengua lemosina” a un idioma que apenas tuvo literatura hasta la conocida como “Renaixença”, 4 siglos después del Siglo de Oro de la Lengua Valenciana.
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