Cada vez estoy más convencido de ello. Estos socialistas no lo han podido hacer peor. Han tenido su oportunidad como la tuvo el PP en su día y, tras 8 años de gobierno, dejan el país con la mayor tasa de paro de toda nuestra historia, con la industria y el campo desmantelado, con un endeudamiento público difícil de sostener y con una crispación política y territorial como factor multiplicador del caos que impera en toda la nación. Si, habrá que votar al PP.
Tal como están las cosas y con el diseño electoral español estamos abocados a tomar la única decisión posible en este sistema de duopolio: si no es PSOE será PP. Pues nada, no hay más opción: hay que votar al PP. Además es lo que los medios de comunicación quieren. Sólo hay que leer los editoriales de los grandes social-media para ver que el alineamiento partidista, su militante cuenta de resultados entrañablemente unida al dinero público, no nos deja otra opción.
Además, en la Comunidad Valenciana estamos de maravilla con los gobiernos populares desde que Eduardo Zaplana fuera nombrado presidente de la Generalidad Valenciana. Prometió luchar contra la corrupción de los gobiernos del socialista Joan Lerma que nos tenía sobresaltados con los escándalos del conseller del urbanismo socialista, Rafael Blasco, antiguo responsable del FRAP en “el País Valenciano” al que grabó la policía trincándola cruda en el caso de las salinas de Calpe y otras lindezas. ¡Estos socialistas!
Además, Eduardo Zaplana obligó a dimitir a su Conseller LF Cartagena cuando a este lo condenaron por apropiarse de 8 millones de las monjitas de su pueblo. Zaplana colaboró con la justicia con el caso de Terra Mítica cuando al pobre jardinero del parque le obligaron a hacer una factura falsa de 7.500 millones de pesetas, de los que sólo cobraría 500 y que al final ni le pagaron. Y lo de Julio Iglesias y el caso Ibex… Bueno, al final, todo mentira y agua de borrajas que para eso está el Consejo General de Poder Judicial.
Además, en el tema del catalanismo que a uno le tiene especialmente sensibilizado, PP puso el punto sobre las íes. Después del que los gobiernos socialistas nos impusieran su “inmersión normalizadora” dándonos catalán “de facto” y por vía rectal, el PP dio un paso adelante para dejar las cosas claras y por la vía “de iure”. Tan legales los chicos del PP que dijeron que eso de dar ilegalmente catalán en los colegios era una barbaridad, que lo que había que hacer era lo contrario: imponer el catalán pero de manera legal y democrática. Y así se aprobó la Academia Valenciana de la Lengua y su dictamen de 9 de febrero de 2005 por la que se oficializa y legaliza el catalán como lengua en la Comunidad Valenciana cuando dice su artículo 6 que “es una realitat que hi ha una doble denominacio llegal per a la llengua: la de valenciá i la de catalá”. La verdad es que Camps y Pons, como buenos y acreditados juristas nominados al sillonazo del Consell Juridic , supieron darle una “solución” al enquistado conflicto de la lengua.
Y con el tema de los privilegios políticos resolvieron el tema de la indignidad de que los diputados tuvieran que compartir comedor con el resto del personal administrativo y de servicios. Ahí dejan un estupendo comedor que les hace las delicias por apenas 4 euros de menú, aunque el comedor haya costado 700 millones de pesetas.
Bueno, y en lo de las pensiones parlamentarias el PP ha demostrado no hacer distinción de partido, color y siglas y aprobó, con el aplauso general, un reglamento por el que los políticos, con sólo 7 años de cotización a cargo del ciudadano podrán jubilarse. Y si cotizan 11 cobrarán el 100 % de su pensión. Esto es algo ejemplar que Zapatero debería de haber aprendido, en vez de modificar la legislación de la Seguridad Social por la que los españoles de calle tendremos que cotizar 38 años y medio para alcanzar el 100% de nuestra jubilación. ZP debería de tomar nota.
Y lo mismo en lo del endeudamiento. Tanto sueldo, VISA, coche oficial y escoltas… El PP ya ha dicho que en Canal 9 hay 1.000 personas que se tocan el pié y que se van a la calle. Y que esto de que seamos la comunidad más endeudada de toda España con relación al PIB es culpa de ZP, igual que lo del transvase del Ebro. Y si no que se lo pregunten a los diputados del PSOE de Aragón que obligaron al PP aragonés a que aprobara el nuevo estatuto maño para que prohibiera el transvase a la Comunidad Valenciana. ¡Qué canallada! Y fíjate si la lió Marcelino Iglesias que cuando el estatuto aragonés llegó en el 2006 al Congreso en Madrid todos los diputados del PP valenciano (Zaplana, Ramón Llin; Gil Lázaro…), junto con los del PSOE, votaron a favor de la prohibición del transvase.
Creo que cada vez lo tengo más claro. La memoria histórica por fin sirve para algo verdaderamente provechoso y constructivo. Es bueno mirar hacia atrás para ver que el PP es digno de nuestra confianza. Menos mal que tenemos memoria. Sí, lo tengo claro: yo votaré por Camps. No tenemos otra salida.
Comentarios
Publicar un comentario