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¿Sabías que el Santo Cáliz o Santo Grial de la Última Cena está en Valencia (España)?

¿Sabías que el Santo Cáliz o Santo Grial de la

 Última Cena está en Valencia (España)




El "Santo Grial" anglosajón o "Santo Cáliz" para la Iglesia Romana se encentra custodiado en la catedral de Valencia desde 1410, momento en que fue depositado por el Rey Alfonso El Magnánimo.

Alfonso III de Valencia (V de Aragón), el Magnánimo fué un monarca guerrero, amante de las letras y las artes que se casó un año antes de acceder al trono (1415) con María de Castilla, hermana del rey Juan II e hija de Enrique III de Castilla. Esta boda entre Alfonso y María tuvo lugar en la capilla del majestuoso Palacio Real de Valencia. Desde entonces, la reina María residió la mayor parte de su vida en el Palacio Real, aunque no tanto el rey Alfonso cuyas estancias en Valencia eran más bien esporádicas.

El rey Magnánimo demostró su constante interés por el esplendor del culto divino, de las reliquias de santos y decoro de la capilla. Como dice Juan-Luis Corbín[1], tras su primera incursión a Nápoles, arribó al puerto de Valencia portando victorioso y con gran gozo espiritual los sagrados restos del franciscano San Luis, obispo de Tolosa, así como los trofeos consistentes en las cadenas del puerto de Marsella que rompieron sus capitanes.[2]

Adquirió una escultura de Cristo Crucificado para que presidiese la capilla del Palacio Real, hizo traer el Santo Cáliz a Valencia[3] estando unos años en el Palacio Real junto con otras piezas del tesoro religioso de los monarcas antes de ser depositado en la catedral de Valencia, y se preocupó por proveer todo lo necesario para la liturgia y por nombrar para su capilla sacerdotes ejemplares.

Originalmente, el Santo Cáliz fue trasladado a Roma por San Pedro, primer Pontífice, y en el celebraron la misa los primeros Papas hasta el año 261 en que es martirizado, bajo la persecución de Valeriano, el Papa Sixto II.

Al ser ley el que los bienes cristianos denunciados, se repartían, la mitad para el Cesar y la otra mitad para el delator, el diácono del Papa, San Lorenzo, repartió los bienes entre los pobres y el Santo Cáliz lo envió a su patria, Huesca, con un legionario romano de Hispania para que lo escondiera, salvándolo así del expolió. En Huesca se conservó hasta que la llegada de la invasión musulmana en el año 713 es llevado por el obispo Ancisclo a San Juan de la Peña, monasterio de las proximidades de Jaca, en pleno Pirineo. Y allí, protegido por sus monjes, permanecerá mientras se inicia y se fortalece la reconquista cristiana del Reino de Aragón.

En el año 1399 es solicitado y obtenido por el rey Martín I el Humano, llevándolo al palacio de la Aljafería en Zaragoza. A su muerte en 1410 y según consta en el inventario de bienes realizado en septiembre de este año, se encontraba en su palacio de Barcelona de donde es traído a Valencia por el rey Alfonso V el Magnánimo que lo deposita en la capilla del Palacio del Real.

Según el acta del notario Jaume Monfort del 18 de marzo de 1437, el Virrey e Infante D. Juan, hace entrega, en nombre de su hermano el Rey, del Santo Cáliz para su custodia a la Catedral de Valencia.

En realidad, la reliquia es la parte superior, que es una taza de ágata finamente pulida, que muestra vetas de colores cálidos cuando refracta la luz; es una preciosa“copa alejandrina” que los arqueólogos consideran de origen oriental y de los años 100 al 50 antes de Cristo. Ésta es la conclusión del estudio efectuado por el profesor D. Antonio Beltrán y publicado en 1960 (“El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia”), nunca refutado, y que está en la base del creciente respeto y conocimiento del Santo Cáliz.


Mucho más posteriores son las asas y el pie de oro finamente grabado, que encierra una copa o “naveta” de alabastro, de arte islámico, diferente a la copa; todo ello, lo mismo que las joyas que adornan la base son de época medieval. Las dimensiones son modestas: 17 cm. de altura, 9 cm. de anchura de la copa y 14,5 x 9,7 cm. que tiene la base elíptica.

Un estudio revela que el Santo Cáliz llegó a la catedral de Valencia en el siglo XV como pago de las deudas que Alfonso V 'El Magnánimo' había contraído con la jerarquía eclesiástica[4] . Ante la imposibilidad del monarca de devolver al cabildo de la Seo los 137.430 sueldos que éste le había prestado para sus campañas militares, el 18 de marzo de 1437 le entregó todas las reliquias que había puesto como aval, entre ellas, el Santo Cáliz que según la tradición empleó Jesucristo en la Última Cena. Así lo descubre el canónigo archivero bibliotecario de la catedral, Vicente Pons Alós, quien desmiente que el Santo Grial fuera un "regalo", como tradicionalmente se pensaba, y asegura que Alfonso V lo tuvo que entregar junto a todo su tesoro en reliquias, después de cinco años en los que le fue imposible devolver el dinero que le prestó el cabildo.

El canónigo conservador del Patrimonio Artístico y Delegado de Información de la catedral, Jaime Sancho, que señala las diferencias entre la plegarias eucarísticas de los primeros años del cristianismo y las posteriores que justifican la utilización del cáliz de la Última Cena por los primeros papas del cristianismo. Sancho precisa que el canon romano de los siglos II y III que utilizaban los papas en las catacumbas de Roma hacía mención expresa a "este mismo preclaro cáliz", en referencia a la copa de la Última Cena, y que a raíz de la persecución del emperador Valeriano fue trasladado a Huesca y luego a Valencia.



Fue conservado y venerado durante siglos entre las reliquias de la Catedral, y hasta el siglo XVIII se utilizó para contener la forma consagrada en el “monumento” del Jueves Santo. Durante la guerra de la Independencia, entre 1809 y 1813, fue llevado por Alicante e Ibiza hasta Palma de Mallorca, huyendo de la rapacidad de los invasores napoleónicos. En el año 1916 fue finalmente instalado en la antigua Sala Capitular, habilitada como Capilla del Santo Cáliz [5] . Precisamente esta exposición pública permanente de la sagrada reliquia hizo posible que se divulgara su conocimiento, muy reducido mientras permaneció reservado en el relicario de la catedral. Durante la guerra civil (1936-1939) permaneció oculto en el pueblo de Carlet. El Beato Juan XXIII concedió indulgencia plenaria en el día de su fiesta anual, el Papa Juan Pablo IIcelebró la Eucaristía con el Santo Cáliz durante su visita a Valencia el 8 de noviembre de 1982 y lo mismo sucedió con Su Santidad Benedicto XVI que celebró la Eucaristía con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, el 8 de Julio de 2006.
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[1] Juan-Luis Corbín Ferrer,  Desde los Jardines del Real a la Plaza de Tetuán. Su entorno y su historia, Caixa de ahorros de Valencia, Valencia, 1985, p. 27
[2] Estas cadenas se pueden contemplar actualmente colgadas en las paredes de la capilla del Santo Cáliz de la catedral de Valencia.
[3] En la ciudad de Valencia permanece actualmente y que, según las conclusiones del I Congreso Internacional del Santo Cáliz (https://www.ucv.es/santo_caliz/default.asp) celebrado en Valencia en 2008, científicamente nada contradice que, efectivamente, el cáliz conservado en la catedral de Valencia sea la copa que utilizó Jesucristo en la Última Cena.

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