UNO DE LOS EPISODIOS MÁS
TRISTES de la reciente historia
contemporánea fue la creación de la
Academia Valenciana de la Lengua (AVL) que ha servido para hacer oficial el
catalán en la Comunidad Valenciana. Lo conté en mis libros “Les Claus del Pacte
de la Llengua” (1998) y “La gran estafa de l´AVL” (2005). En LAS PROVINCIAS DE
HOY nos anuncian, para mañana lunes, una entrevista con el expresidente de la
Generalitat catalana, Jordi Pujol que ya nos anticipa que “el inventor de la
Academia fue Zaplana, que se comprometió a defender la unidad de la lengua, con
independencia del nombre”, algo que, como sabéis los que me leéis, es una
mentira que combato desde hace muchos años. Ahí están las pruebas que estamos
estudiando y que serán objeto de mi nuevo libro para Octubre.
Dicho esto, y a la espera de lo
que diga Pujol mañana, la historia está escrita y ya en su día di crónica de
ella. Lo que diga Pujol sobre el pacto político con Zaplana, primero, y luego
con Camps, desgraciadamente será verdad. Y lo que diga sobre la unidad de la
lengua será mentira.
Así fue, Eduardo Zaplana, Presidente de la
Generalidad Valenciana se r reunió con Pujol en el Más Calbó de la localidad
catalana de Reus en 1996 para pactar la creación en Valencia de una Academia
que regulara y unificara el catalán y el valenciano en nuestra Comunidad. Y así
se hizo. El PSOE de Lerma y Ciscar
introdujeron el catalán en los colegios pero, lamentablemente tuvo que llegar
Zaplana para legalizarlo con la AVL.
Los 21 académicos de la AVL los
nombró, siendo ya presidente, Francisco Camps en el año 2000 cediendo 17 de los
21 al Institut d´Estudis Catalans y 4 a la Real Academia de Cultura Valenciana.
El desastre estaba servido. El
catalanismo había ganado la batalla legal. El 9 de Febrero de 2005 la nueva
Academia Valenciana dictaminaba y elevaba a la categoría de norma dos grandes
mentiras: “És un fet que a Espanya hi ha dos denominacions igualment legals per a
designar esta llengua: la de valencià i
la de català” y “la
llengua pròpia i històrica dels valencians és també la que compartixen les comunitats
autònomes de Catalunya i de les Illes
Balears i el Principat d’Andorra, la franja oriental aragonesa, la ciutat sarda
de l’Alguer i el departament francés dels Pirineus Oriental”.
Esto es lo que nos contará mañana
Pujol y, tristemente, así siguen las cosas.
La única verdad es que de aquel valencianismo que defendía UV ya no queda nada, y a casi nadie de nuestro pueblo parece que le importe.
ResponderEliminarEl catalanismo se ha infiltrado por todas partes y a la gente le da igual por triste que sea, ya lo dijo usted al acabar las elecciones que el Valencianismo está muerto, quitando algunos/as que nos negamos a aceptarlo la mayoría pasa.
Los inmigrantes extranjeros y nacionales que estudia el valenciano por trabajo, está convencida de que el valenciano y catalán es lo mismo con diferente nombre.
Lo realmente grave es que gente nacida en esta tierra lo está aceptando también, la única forma que veo de cambiar esto es que el valencianismo estuviera unido y formara un solo partido para tener más fuerza y conseguir unos objetivos que divididos no los conseguiremos jamás “aunque solo fuera por patriotismo” y salvar nuestra tierra del catalanismo.